Una Ciudad Más Limpia: Partamos por Casa

En apenas una semana hemos visto con preocupación lo ocurrido en Puerto Montt en materia medio ambiental. El martes pasado el ejecutivo sorprendía a la ciudadanía con la declaración de la primera Emergencia Ambiental declarada para Puerto Montt. Por otro lado, este lunes se destapó gracias a la fiscalización ciudadana la crisis que ha significado la falta de retiro de basura de varios de los contenedores existentes en diferentes puntos de la capital regional.

Las redes sociales por su parte testimoniaban el enojo de cientos de vecinos que tuvieron que suspender de cuajo la calefacción de sus hogares por la emergencia ambiental. En el caso de los basureros colapsados por el no retiro de la basura las imágenes que circularon en facebook y en twitter construían una en escena cinematográfica distópica, donde la basura se apoderaba de las calles. 

Hace un par de años jamás habríamos pensado el aire limpio del sur estaría en entredicho durante los inviernos y a pesar que este hecho se veía venir hace bastantes años, no se logró diseñar a tiempo un plan de descontaminación gradual para concientizar a la ciudadanía de la importancia del uso correcto de la leña o del correcto aislamiento de viviendas. Por otra parte, la falta de recolección de basura en estos días evidencia que el sistema debe ser perfeccionado para que no volvamos a ver las calles llenas de basura. 

Sin embargo ambos problemas nos deben hacer reflexionar más allá. Hoy, más que nunca, debemos preguntarnos si estamos tomando consciencia sobre nuestra responsabilidad con nuestro entorno y medio ambiente. 

En una reunión organizada con la fundación EcoSueños, pude conocer a vecinos empoderados que promueven distintas experiencias locales sobre reciclaje y educación medioambiental. Un ejemplo es el esfuerzo que se hace con la recolección de botellas plásticas a través de canastos distribuidos en distintos puntos de la ciudad.

Saquemos aprendizajes de este complejo momento y avancemos en la promoción del reciclaje, en el uso combustibles menos contaminantes, en el ahorro de energía, en el uso de la bolsas ecológicas y, por qué no, en cambios de vida más saludable como caminar más y preferir la bicicletas para distancias más cortas. Si queremos una ciudad más limpia partamos por casa.

Alejandro Bernales